Aproximarse a la lectura de Economía y Sociedad, es disfrutar de uno de los libros más importantes de la Sociología en el siglo XX. Max Weber, sin duda fue un hombre adelantado para su época, con gran capacidad de explicar y comprender al ser humano en relación con su semejante. Fue un “intelectual triste”, pues sus constantes depresiones lo llevaron al punto de estar internado en un hospital psiquiátrico durante varios años de su vida. En anexo, fue un gran arquitecto de conceptos y explicaciones que a la fecha tienen vigencia, como por ejemplo, “el Estado definido como poseedor de la violencia legítima”, su clara distinción de la relación legalidad-legitimidad como un no necesario vínculo recíproco, y su definición de líder carismático que en nuestro contexto latinoamericano posee tanta aplicación.
Fue un sociólogo respetuoso de Marx, pero crítico de los marxistas que interpretaban su obra de manera simplista, de hecho se autodefinía como un materialista histórico no marxista. Era un intelectual, de posturas no ideológicas en sus escritos, preciso en sus conceptos y sus análisis, estando preocupado más por comprender la realidad que por cambiarla. Sin embargo, es más radical que Marx a la hora de ver a la sociedad como una arena de conflicto. Para Marx, el conflicto culmina cuando se hace la transición del socialismo (cuando el proletariado se hace dueño de los medios de producción y el Estado se convierte en la institución más grande y poderosa) al comunismo (escenario libre de burguesía y de dominación del hombre sobre el hombre) situándose en un contexto de paz ideal. En cambio, para Weber, nunca existirá dicho periodo de paz, pues la dominación es un elemento intrínseco de la sociedad. Simplemente no hay sociedad sin dominación.
En este orden de ideas, los dos capitulo abordados en la lectura, parecen escritos por dos personas diferentes, el primero, sumamente teórico, lleno de abstracciones y conceptos que necesitan repetidas lecturas para ser comprendidos, el segundo, agradablemente empírico, con categorías sencillas, pero de gran connotación, con una alta cantidad de ejemplos, que logran que el lector conecte sus postulados a la actualidad o a referentes históricos de corto alcance, sin duda, en este capítulo, logra la esencia de misma de la Sociología, darle un cuerpo explicativo a lo que se vive, lo evidente. De la primera parte se describirán los principales elementos igual que de la segunda, para culminar con algunas consideraciones finales de lo esbozado.
En las primeras páginas, de las más de mil que componen economía y Sociedad, Weber tenía una intensión parecida a la de Durkheim (1985) en sus reglas del método sociológico. Esta es, definir el campo de estudio de la Sociología. Durkheim veía esta disciplina como aquella que estudiaba los “Hechos Sociales”, definiéndola grosso modo como “la coacción” que ejercen las instituciones en los individuos en relación con su conducta. Por esta misma línea, Weber instala a la Sociología como la ciencia encargada de estudiar la “Acción Social”, es decir, cualquier tipo de proceder humano orientado por las acciones de otro, como los demás influencian su conducta y la materialización de la misma en su accionar. Realmente muy parecidos, con la diferencia, de que Durkheim, se enfoca más en el rol de los colectivos representado en instituciones, mientras que Weber está más enfocado en los individuos. Posterior al refinamiento de su concepto de acción social, nos presente 4 tipos de acciones sociales como creaciones abstractas ideales para aplicar a la investigación sociológica, estas son: Acción racional con arreglo a fines (determinada por expectativas que son usadas como medios para el logro de fines racionales), Acción racional con arreglo a valores, (determinada por la creencia consciente en el valor, el resultado no importa, sino el mérito del valor de la acción en sí. Se considera el valor propio del acto en su carácter absoluto). Acción afectiva, (determinada por afectos y estados emotivos) y Acción tradicional, determinada por una costumbre arraigada. Posterior a estas categorías se introducen la definición de elementos tales como relación social, uso y costumbre, orden legítimo, convención y derecho, lucha, sociedad y comunidad, relación abierta y cerrada, solidaridad y representación, orden administrativo y regulador, poder y dominación, asociación política e burocrática, todas de gran relevancia para comprender la realidad social desde la postura del que estudia.
Por otro lado, la siguiente parte, es quizás el capítulo más conocido de su extensa obra. Los tipos de dominación de acuerdo a su legitimidad legal-racional, tradicional y carismática. La dominación es definida por Weber como semejante, pero no igual, al concepto de poder. La primera es una probabilidad de obtener obediencia, la segunda, es un ejercicio rígido que siempre se ejerce, téngase o no voluntad del dominado de obedecer. Así pues, la legitimidad se configura como ese “plus” encargado de consolidar la dominación valiéndose de diversas herramientas que incentivan el mantenimiento de dicho sistema de dominación. En el caso de la racional, serían las burocracias, con unas características enlistadas por él (el gobierno de los funcionarios), en la tradición, sería la costumbre, materializada a través de la herencia del poder y la nula rotación del que gobierna y en el carisma, serían esos atributos casi mesiánicos del que gobiernan que lo convierten en el “bendecido”, “el iluminado”, “el salvador”, “el caudillo” teniendo facultades sui generis que lo convierten el único apto para gobernar.
¿Cuántas veces no nos hemos quejado por los sistemas “hiperburocrátizados” lentos en sus procesos, poco eficientes y difíciles de entender en su forma de operar? Es por eso que generalmente odiamos hacer trámites en instituciones de gobierno. ¿Por qué en pleno siglo XXI aún hay gobiernos qué tienen la categoría de reinos como por ejemplo el de España y Reino Unido, si el régimen democrático es el que mayor aceptación tiene? ¿Por qué Venezuela está atravesando por unas de las situaciones económicas más precarias de su historia y no ha generado una transición en sus gobernantes, si otros países por menos, ya hubiesen reemplazado la izquierda por la derecha o viceversa?
Estas preguntas son las que hacen que cientos de años después de escrito, Economía y Sociedad, aún tenga vigencia, pues estos tipos puros de dominación aún los vivimos, algunas veces los tres al tiempo. Que útil es Weber para entender los gobiernos populistas que hemos tenido a lo largo de nuestra historia latinoaméricana, en la reciente, con casos como, Chávez en Venezuela, Uribe en Colombia, Morales en Bolivia y todos los procesos de dictaduras que atravesó nuestro continente teniendo por una gran cantidad de años, gobiernos de corte tradicional. Más que críticas a su teoría, es mejor reconocer, que es uno de los autores más vigentes de la Sociología, es un clásico porque su pensamiento aún tiene aplicación. Con Weber se comprende la siguiente premisa: por más cambios que hayan en el sistema, siendo los proletarios, las mujeres o cualquier minoría oprimida la que gobiernen, siempre existirán relaciones de dominación y por lo tanto, tensiones latentes entre los individuos y colectividades.
Referencias.
Durkheim, Émile (1985), Las reglas del método sociológico. Introducción y capítulos 1 y 2, pp. 5-46, ed. 2da, Colofón, 2015.
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