martes, 2 de mayo de 2017

El 18 Brumario de Luis Bonaparte - Karl Marx

Lecturas: Marx, Carlos, (2003), El 18 brumario de Luis Bonaparte, Fundación Federico Engels. Pp. 1-108.

El 18 Brumario de Luis Bonaparte es sin quitarle, ni ponerle, la teoría Marxista puesta en práctica con un estudio de caso. Elementos neurálgicos de dicho artificio, como la lucha de clases, el Estado como aparato legitimador de la dominación, la economía como determinante de las interacciones sociales y políticas, la precaria situación del proletariado frente a una burguesía fragmentada, que se disputan como lobos rapaces el poder de acuerdo a intereses particulares, son una amalgama de situaciones que ponen de manifiesto una sociedad construida sobre la base del conflicto. Valores como la solidaridad, el consenso, la cooperación y los principios morales no son más que ingenuas representaciones de un país de Cucaña que Marx decide reemplazar por antagonismos constantes, por polarizaciones dentro de grupos homogéneos (burguesía) e inesperadas alianzas entre grupos disimiles (pequeña burguesía y proletariado) motivadas por la necesidad coyuntural.

Es así, como un personaje mediocre y grotesco, como él denomina textualmente, logró quedarse con el poder y llevarse la distinción de héroe. Lógicamente, no se valió de capacidades que no posee, por el contrario, él terminó siendo la materialización de la lucha de clases como génesis y producto. Más importante que reseñar la descripción del hecho como lo hizo Marx, me interesa rescatar los insumos que a mi juicio son las aportaciones más importantes de la obra y situar la utilidad de la misma en un contexto actualizado.

El primer hecho de relevancia a destacar, es el uso de la construcción epistemológica del materialismo histórico o dialectico. Marx (1859) explica esta como: “en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social”.

Es sumamente interesante, observar como en algún momento de la coyuntura, principios morales y políticos como la libertad de prensa, el derecho al voto y la libertad de asociación, pilares ideológicos de la burguesía y de las corrientes liberales, terminan siendo omitidos después de instalados, bajo menesteres encaminados a darle muerte política al proletariado como clase influyente en la toma de decisiones. En este estado de cosas, Marx hábilmente, corrobora su argumento de Materialismo Dialectico, pues históricamente la economía supedita las relaciones políticas, es por eso, que los principios de la burguesía fueron inestables, pues al ver que estaban siendo víctimas de su propio invento, deciden eliminarlos con el objetivo intrínseco de ser la clase hegemónica desde lo económico.

Por otro lado, el 18 brumario, se convertiría en los años siguientes, en un precedente que demarcaría un enfoque para el análisis político1. El materialismo dialectico aplicado a los análisis coyunturales, sitúan al conflicto como eje neurálgico en los análisis que diversos intelectuales y políticos realizaron a diversos países para comprender sus particularidades y condiciones capaces de propiciar una revolución. Sin duda, de Marx, es válido valorar su contribución al pensamiento práctico, pues pocos autores han tenido tanta influencia en la historia humana como este alemán. No solo es el padre de una corriente sociológica, también es un referente obligatorio para la economía, la ciencia política y los análisis históricos.

Finalmente, destaco, su reconstrucción del concepto de Estado, entendiéndolo como un artificio inventado por la burguesía para “legalizar” y por ende, acrecentar la dominación esta clase sobre la proletaria. Con el argumento del Estado como garante de seguridad, se le da la categoría de “delito” a las aspiraciones de la clase proletaria de exterminar su yugo y sus profundas condiciones de desigualdad a través de la revolución. La política, no es más, que una arena de sistemática tensión en la cual están inmersos diversos intereses de clase como categorías económicas que se trasladan a las demás facetas sociales. Quizás esta apreciación explique porqué nuestros políticos se contradicen en los principios que proclaman en sus discursos, cambiando algunas veces de partidos completamente alejados ideológicamente.

Contrario al principio aristotélico de la política como la búsqueda del “bien común” queda manifiesta una realidad mucho más pesimista que la sitúa como una disyuntiva en donde la estrategia, la competencia y la disputa sitúan como hegemónicos unos intereses sobre otros. Sin duda, el conflicto transforma, para bien o para mal, la sociedad se dinamiza. Marx detalladamente nos narró como cambió la sociedad Francesa en un tan solo un año que duró la coyuntura que dio pie al golpe de Estado de Luis Bonaparte. De nuestro conocimiento del conflicto y de la consecuente capacidad para construir paz y consensos fruto de la negociación de intereses, se desprende la importancia de las Ciencias Sociales, como disciplinas capaces de ver a la sociedad como un organismo vivo que cambia sus matices y está en constante evolución. Evolución que conserva un rasgo fundamental: la dominación como referente intrínseca de interacción entre los colectivos sociales y los individuos.



Referencias.

Diario de un periodista desempleado. (2014). Análisis al 18 Brumario de Luis Bonaparte. Recuperado de: http://columnadejuliano.blogspot.mx/2014/04/analisis-el-18-brumario-luis-bonaparte.html

Marx, K. (1859). Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política.

Olivé, A. (2014). El análisis político de Coyuntura. En torno al 18 Brumario de Luis Bonaparte. Blog: Marx desde Cero. Recuperado de: https://kmarx.wordpress.com/2014/02/21/el-analisis-politico-de-coyuntura-en-torno-a-el-dieciocho-brumario-de-luis-bonaparte

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